TENGAN EL PASEO PERFECTO
Vayamos al punto más importante desde el principio: Para que sea una caminata productiva donde se refuercen los lazos, es necesario que seamos los líderes. ¿Qué significa en términos básicos? Nosotros vamos al frente, no el perro.
De acuerdo a César Millán, la manera de mantener mejor control de lograr es con la correa corta, en la parte superior del cuello, sin jalar ni tensar, menteniendo el brazo colgando y relajado, ya que esto manda vibras de calma al perro. Es importante no involucrar el uso de arneses, ya que estos motivan al perro a jalar, y si el punto es que nosotros vayamos adelante, esto complicaría el objetivo.
Una de las claves es comunicar una energía firme, asertiva y calmada. Sabemos que lo complicado es que una de las claves no es algo concreto. Pero lo podemos explicar como estar totalmente presente durante la caminata. Nada de andar en Whats o subiendo Stories.
De igual manera, el perro debe mantenerse presente. La manera de lograr esto es manteniendo la olfateada y paradas para marcar territorio como premio, y no como parte del paseo. Durante la primera mitad del trayecto debemos mantener un ritmo constante, avanzando como una manada en busca de comida.
Después de establecer un balance entre liderazgo (nosotros) y una rol más sumiso (el perro), podemos relajarnos un poco y dejar que huela y marque territorio.
Estas mismas indicaciones nos ayudarán a leer a otras personas con sus perros. SI a la distancia vemos a alguien que se percibe nervioso y siendo jalado por su perro, es probable que cuando nos acerquemos no sea un encuentro totalmente amistoso, por lo que es mejor darles la vuelta.
Este tipo de caminatas son la mejor manera de desarrollar nuestros lazos, hacer ejercicio y establecer reglas. Si practicamos vamos a descubrir es de las mejores maneras de mejorar la relación con nuestro perro.
