ANIMALES INFIELES, ¿EXISTEN?

animales infieles

Spoiler: Sí. Pero va más allá de eso. La mayoría de los animales son “infieles” por naturaleza y no es porque sean unos patanes, simplemente es algo natural para ellos. Ricardo Bruno, médico veterinario especialista en comportamiento animal dice: “Ellos no son infieles en el sentido que tiene la palabra para nosotros”.

 

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“Hay muchas especies que son monógamas de por vida, principalmente entre las aves. Los caninos también lo son, pero solo mientras dura la pareja. Cuando se forma una pareja, permanece y se reproduce mientras ambos individuos mantienen su condición física. Cuando se ponen viejos, pierden el lugar ante un macho o hembra más joven”, explica.

 

Por otro lado, un estudio de The New York Times, menciona que entre el 10 y 70% de los nuevos nacimientos no son hijos del mismo padre en la mayoría de las especies del reino animal.

 

Pero si eres una persona romántica que cree en el amor único y verdadero para toda la vida, “hasta que la muerte los separe”, te tenemos una buena noticia, sí hay animales fieles, pero son pocos. Por ejemplo, la salamandra de espalda roja. Los machos y las hembras son celosos y castigan a su pareja cuando creen que está ligando con otros: desde amenazas hasta mordidas, pasando por la indiferencia.

 

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Sin entrar en controversias, se sabe que en la mayoría de los mamíferos, el macho es quien comete el mayor número de infidelidades, salvo escasas excepciones, como las hembra antílopes, que son “acosadoras” agresivas y promiscuas. Otro caso es el de las conejas, quienes acostumbran reproducirse con varios machos cuando están en su etapa más fértil.

 

Al final, sabemos que los animales no actúan bajo razonamientos lógicos, sino por instinto, y que para ellos no existen los conceptos de traición o celos como los conocemos, pero sí existe el sentimiento de propiedad y territorio y esto también aplica para sus respectivas parejas, lo cual trae constantes enfrentamientos para lograr una conquista o reafirmar el papel de “novio” o “novia” frente al nuevo invasor que llega a romper la armonía del hogar.